Indudablemente que todos, absolutamente todos, extrañamos profundamente aquellos momentos en que a pesar del capitalismo salvaje íbamos al mercado y conseguiamos no menos de tres marcas de productos como harina de maiz,aceite,azúcar,café y aunque sin empresa con publicidad pagada que le sustentaré queso blanco y hasta granos.
El país que hoy vivimos nos obliga a confiar en la esperanza en que todo cambiará basados en el evangelio chavis-madurista al que también llaman Plan de la Patria donde además invitan al propagandista pueblo a producir sus alimentos.
Ahora una cosa que me tiene muy impresionado es un nuevo tipo de queso al que llaman "Laberinto", cuando le pregunte al señor de la charcutería si tenia el producto lácteo antes mencionado me dijo que solo palmizulia y ese de nombre extraño, por cierto muy parecido al estado econòmico al que entramos desde hace más de un año.
Y es que todavía las llamadas empresas en manos del control obrero no han terminado de arrancar,tenemos procesadoras de café,azúcar,aceite y harina de maiz pero por mucho que el Estado se empeñen en demostrar que la medida es la salvadora las pruebas hablan por si solas.
Curiosamente esta semana el autoproclamado canal de todos los venezolanos transmitía una entrevista con trabajadores de Fama de América donde decían que garantizaban la soberanía alimentaria. Al menos quiero pensar que era grabado y no una tetra perversa y poder salir completamente confiado a comprar cualquier producto de los que aquí deberían de estar produciendo, en la praxis, más de una "Empresa Socialista".
Agregado a esto irónicamente el Jefe de Estado Nicolás Maduro, quien sabe muy bien que es poner a producir una empresa, por ser como el dice él presidente obrero, convocó a una Marcha por la soberanía alimentaria, cosa que en nombre una vez más quedó, y te das cuenta en que regresas del mercado ganando lo mismo pero trayendo menos, si es que lo consigues.
Sabemos que hay controles reguladores del precio justo para pagar, pero que hacemos si tenemos dinero y no se encuentra ni leche en los anaqueles, lejos de ello vemos tristemente aquello que contaremos a nuestros nietos: venezolanos desesperados corriendo "a ver que llegó y frustrados por el no hay", o como se escucha en las colas "vamos a ver que hay, a ver si cuando llegue logro comprar".
De seguir asi pasaremos del laberinto al averno economico aunque seamos del país más rico en recursos se nos puede revertir la cosa.¿O será que este país le quedó muy grande a los venezolanos de hoy en día?, ¿Si es que nos basamos en las autocríticas algo que enseñó muy bien el Comandante Chávez, porque sus hoy llamados hijos, no las aceptan? ¿O es que la enseñanza Chavista se perdió y quedó en solo el verbo de quienes hoy se hacen propaganda en nombre del Gigante?.
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