Dime un cuento de caramelos, de tren y de la luna.
Dame un besito con sabor a caramelo de tu chupeta favorita.
Mírame con tus ojos benditos, llenos de infinita inocencia y
ganas de aprender y conocer todo lo que te rodea.
Abrázame tan fuerte como mi alma se aferra a tu amor.
Pronuncia en tu sagrada voz mi nombre, que para ti soy Papá.
Paraliza el tiempo en tus manos, con tu abrazo que me llena
de alegría y me hace palpitar mi corazón.