viernes, 14 de mayo de 2010

El día en que Tatiana se comío un Saltamontes

Dedicado con mucho afecto, alegría y felicidad
a mi Tintera Favorita,
a propósito de celebrarse su Octogésimo 
Día del No Cumpleaños
Felicidades 

Aquella mañana, Tatiana se despertó como todos los días, aburrida y sin ganas de hacer nada, como era habitual, y según ella describía "Me levanto, me doy un estirón, me pongo las pantuflas, me acicalo, y luego me dirijo al comedor y pues, como. Es una vida básica" decía en medio tono de voz y un tanto afligida.

Como pasaba su día, era también algo como todos los otros de aquel lugar, llamado "Lo aburrido de este mundo es..." llegada la noche, pues no era diferente a lo anteriormente hecho, se dirigía a su cama, y miraba las estrellas contando una a una se decía "Que estará más allá de esa luna", yo que siempre la observaba le contestaba sin que me escuchará, "solo atrévete y sal de tu mundo".

Pero una noche, mientras contaba las estrellas, medio cerrando los ojos, y casi sin fuerzas para señalar las estrellas me vio, se despertó rapidamente, y un tanto asustada me busco nuevamente, sólo la luna, Tatiana (una niña curiosa y atemorizada) y Yo (tres veces multiplicado por la enésima potencia de estrellas contadas por ella, de lo asustado que estaba), logré moverme mientras ella pestañeaba, en un abrir y cerrar de ojos, logré esconderme, de lejos observaba que me buscaba, que estaba interesada por encontrarme, pasado un rato, ella desistió de la idea, y se fue a dormir. La luna ya casi se iba, mientras que el sol asomaba sus grandes brazos, para hacer que las flores adornaran el jardín. 

Nuevamente, desperté, mi vida era un poco más animada que la de Tatiana, solía correr, saltar, cantar y danzar en el aire. Aquella mañana mientras andaba de aquí para allá, volví a verla buscándome, me dije "Que niña tan curiosa, ¿Que tanto busca?".

Nuevamente su tarde, transcurrió como todas las otras, ella viendo pasar la gente frente a su casa, que se dirigían a la Iglesia de aquel lugar. Incluso ella se imaginaba lo que podían estar pensando. 

Llegó la noche, a contar nuevamente estrellas, y yo a observarla, desde lo lejos, y con mucho cuidado a que no se fuera a dar cuenta que la miraba, era gracioso verla porque a mi modo de ver las cosas, los seres como ella, eran los más aburridos de este mundo, e incomprensibles, porque si tenía un mundo entero por recorrer, una vida entera por conocer, y hasta un par de piernas para andar ¿Por que no lo hacía?. 

Amaneció, ya me encontraba en mis rutinas diarias de calentamiento, mi trabajo siempre ha sido cuidar las plantas del jardín donde vivo, voy de aquí para allá, me alimento, quito los "bichitos" malos de cada una de las plantas que allí hay, yo lo llamo el ritual diario. 

Me levanto, voy examinando minuciosamente revisando las tallos, los pétalos y los pistilos de cada flor, o mejor dicho "Mis Consentidas" como suelo llamarles. 

Aquella mañana mientras hacia mi "Ritual", iba de aquí para allá, de repente sentía que alguien me observaba, era gracioso para mi pero a la vez sentía curiosidad por saber quien era. Por un momento me sentí como se sentiría Tatiana aquella noche, en donde como todas las anteriores, yo la observaba. Pero esta vez no era ella si no yo, quien sentía en mi espalda que alguien me vigilaba. 

Paso un rato, pero aquella presencia no desaparecía, de repente sentí como algo se abalanzaba hacía mí, por primera vez, me sentí amenazado, comencé a saltar como nunca antes lo había hecho, y aquello me perseguía, a donde iba. Logré ver quien era, el máximo enemigo de nosotros, un Petirrojo, bien gordo y desde mi punto de vista bien gran. 

Me le enfrenté y le dije: 

-Con que quieres comerme ¿no?, Ven trata de devorarme (Mientras me cuadraba y le enseñaba mis brazos; mi corazón se agitaba enormemente).

Frente de mi tenía a un fuerte y hambriento enemigo, pero estaba dispuesto a enfrentarlo. Me miró y empezó el combate, nuevamente. 

Empecé a saltar nuevamente, llegué hasta su cabeza, y le dí un par de cocotazos, mientras lo hacía mis piernas traseras me sostenían, él se movía violentamente tratándome de derribar, de un lado a otro, pues con su pico no podía por mucho que lo intentara tragarme. 

Incomodo se veía, yo me decía a mi mismo "Mira que grande eres, le ganas a un petirrojo, sigue así y pronto se ira", pero cuando fui a pegar en el ojo, escuché la voz de Tatiana, y en ese preciso momento, perdí el equilibrio, caí de espaldas, y nuevamente estuve a merced de aquel enorme animal.

Justamente cuando estaba resignado a morir, y cerrando los ojos, pensando en todos aquellos que como yo no lograron ganarle una batalla, con lagrimas en mis ojos, por no haber podido completar mi ritual de aquella mañana, me dispuse a ser devorado, y nuevamente, escuche la voz de Tatiana, con los ojos aún cerrados, sentí ser elevado, violentamente, y cuando abrí mis ojos, estaba como en una caverna, todo era muy oscuro, pero estaba sobre algo blando, el olor de aquel lugar era a chocolate, cuando moví una de mis piernas traseras, sentí algo duro como roca. 

En aquel lugar, escuche nuevamente escuche la voz de Tatiana, esta vez muy fuerte, ensordecedora, decir:

-Tu eres un pajarito muy malo, no te vas a comer a este pequeño Saltamontes. 

Si mis amigos, como lo leyeron, soy un Saltamontes, pequeño y saltarín, esta vez en un gran problema, pues, antes de estar en este extraño, pero cómodo lugar, iba ser devorado por un Petirrojo, grande, gordo y hambriento. 

Mientras Tatiana hablaba, un rayo de luz entró en aquel lugar, me asomé con mucho cuidado,y vi que el Petirrojo, ya no era tan grande, se veía muy pequeño desde aquel lugar, donde estaba parado era de un color rosado (como aquellas rosas que cuidaba), y alrededor eran grandes "rocas" blancas como los tulipanes. No cabía duda, en mi poco estudio sobre el ser humano, deduje estar dentro de la boca de Tatiana.

Si, era cierto, el temor se apoderó aún más de mí, me dije y si esta niña le gusta comer Saltamontes, ya había tenido información de mis vecinas las hormigas que algunos humanos les gustaba probar sus colitas, me dije "Seré yo el primer Saltamontes en ser masticado, y digerido por un humano".No. No lo podía creer, y de repente, sentí, una gran fuerza a mis espaldas, era como una fuente de algo. Era expulsado de la boca de Tatiana, con un escupitajo. 

-Oh! Que asco!, pasando su mano cerca de sus labios, rosados y cálidos. 

Desde ese momento comprendí que no le gustaban los Saltamontes, me sentí muy afortunado, por no morir esta vez, y estando fuera, parándome y limpiándome, sobre su mano, le dije:

-Mucho Gusto!, Me llamo Luis, debo agradecerte por salvarme la vida (Después de todo era un Saltamontes muy bien educado, con buenos modales y grandes principios).

Sorprendida al ver lo que estaba ocurriendo ante sus ojos, Se quedó con la boca abierta, un tanto asustada. 

Le dije: Si, Si, ya ha ocurrido, no lo puedes creer que los Saltamontes como yo hablemos, pero déjame decirte, es algo normal, lo que sucede es que ustedes (humanos) no pueden creer que nosotros los pequeños podemos ser tan iguales como ustedes, hablamos, comemos, respiramos, dormimos, trabajamos, y hasta hacemos nuestras propias fiestas, si no pregúntate mi querida Tatiana ¿Como es este jardín y como logra estar libre de "bichitos", y todas las flores muy bien cuidadas?. 
Luego de mi argumento, ella pregunto, ¿Y como es que sabes mi nombre?. 

Es elemental mi querida amiga, pues, cuando sales de tu cama, suelo leer todo lo que escribes, todo lo que haces lo observo desde afuera, y cuando no estas, entro por la ventana a tu habitación y me alimento de todo lo cultural que existe en tu habitación.
Entiendo, expresó, pues si ya sabes mi nombre,y vives aquí en el jardín, ¿Como es que no te había visto antes?. 

Antes de contestarle, lo pensé mucho, pues, no sabía si confesarle mi secreto, y abrí mi boca, me dije: Si te salvo la vida no puede haber secretos con alma tan noble, si me has visto, recuerdas aquella noche que contabas estrellas, y buscabas algo, era yo quien te observaba como todas las noches, lo hago todas las noches, después que te duermes, yo también cuento mis florecitas y es así como duermo. 

Pensativa me contesto, gracias por hacer aquella noche diferente, por fin encontré algo diferente en mis noches, algo nuevo que hacer.Prosiguió a contarme todo lo que ya anteriormente ya había visto, observado y estudiado. 

Le dije, Tengo una solución para tu problema de aburrimiento, te invito a dar una vuelta, por ese mundo que quieres conocer; ella sorprendida preguntó ¿Como era posible eso?, le dije esperemos mañana, y yo mismo te voy a buscar. 

Aquella noche, fue diferente para ambos, al contar mis consentidas le añadí una más, a Tatiana. Mientras que ella no sólo contó las estrellas también me buscó en el jardín. 

Amaneció y como se lo prometí la fui a buscar, con mis pequeñas manos tomé una flor y se la entregué.

-Muy buenos días, ¿como amanece mi Tintera Favorita?

-Buenos días, ¿Tintera? de que hablas Luis. 
-Si, Tintera, pues, tus escritos están escritos por ti con tinta, por lo tanto eres una Tintera. 
-Entiendo, y gracias por leerme, te prometo que escribiré de nosotros, cuéntame ¿Cual es el itinerario de hoy?. 
-Pues, hoy conocerás lo que hay  más allá de aquella cerca. 

Entonces, ella se alistó, como todas las mañanas se acicaló, y nos dispusimos a marcar rumbo a nuestra nueva aventura, yo en su hombro y junto a su oído le explicaba hacia donde caminar, ya conocía el camino, porque mis amigas las mariposas me lo habían explicado. 

Llegamos al río y hay en sus ojos, Tatiana, expresó con gran belleza todo lo que veía a su alrededor, "justamente como lo imaginaba en mis sueños" dijo. 

Mientras ella veía y observaba todo a nuestro alrededor, aproveche de visitar a mis amigos de aquel lugar que tenía buen tiempo sin ver,  en especial a mis padres que como yo cultivaban y cuidaban las flores de aquel lugar. 

Luego de nuestra visita, nos dirigimos a "nuestra" casa, ya entrada la tarde, yo me dispuse a observar caer el sol, mientras que Tatiana en su habitación escribía "El día en que se Comió un Saltamontes", hasta se hizo una fotito, para el recuerdo. 

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1 comentario:

Unknown dijo...

Mi tintero favorito:

Una vez más debo darte las gracias por ser tan especial, por siempre sacarme una sonrisa y nunca dejar de sorprenderme.
Para los que no han tenido la dicha de trabajar con mi Wuisito (así lo llamo yo por cariño), él es un chico que como habrán podido apreciar escribe muy bien, sin embargo, debo confesar que me sorprendió muchísimo su regalo, estoy acostumbrada a leer excelentes trabajos pero encasillado en lo que son los artículos de prensa., También hemos compartido la producción y conducción de un programa radial, auque escenarios distintos, siempre logramos acoplarnos y sacar lo mejor de cada uno.
Pero sin duda, incursionar en la narrativa de cuentos infantiles es otro tipo de trabajo, que implica un elevado grado de imaginación y un arte especial al momento de entrelazar las palabras, captar la atención del lector no es tarea fácil y en “El día que Tatiana se comió un Saltamontes” Wuisito logra con una serie de elementos bien construidos que uno sea parte del cuento. (claro yo si soy parte del cuento, soy Tatiana jejeej)

A penas leí las primeras líneas a mi mente vino el conocido y respetado comunicador social López Vigil, a quién tuve el placer de conocer en el 2005 y después de compartir talleres durante todo un fin de semana, me enseño alguno de sus más recientes trabajos producidos para la radioemisoras comunitarias “Radialistas apasionadas y Apasionados” institución sin fines de lucro de la cual él es miembro desde hace algunos años, su manera de redactar con una mágica simpleza , es capaz de envolver y llegar a un gran número de personas.
Amigo exactamente eso fue lo que me transmitió tu cuento, no iba por la tercera línea cuando a mi mente vino la imagen de tan respetado comunicador, allí entendí que todo ese entusiasmo que proyectas en cada una de las tareas que te asignan y la humildad de siempre recibir una crítica constructiva han hecho de ti el comunicador que hoy eres.

Hoy me siento como muchas veces se deben haberse sentido tus barrigotes, MUY ORGULLOSA DE TI, me encanta que sin temores seas capaz de pasearte por las diversas áreas que tiene la comunicación social, deseosa estoy de que muy pronto nos encontremos nuevamente trabajando en un mismo proyecto.

TQM y gracias por mi regalo, ME ENCANTA MI REGALO, en realidad AMO MI REGALO jajajajaja……..

besos

Pd> hasta ahora es que pude montar mi comentario...a lot of kisses