lunes, 17 de mayo de 2010

Sobreviví a un calambre

Extrañamente y aquella noche, sentí como un extraño dolor se apoderaba de mi muslo (perfectamente hecho por Dios y formado en la panza materna), aquella incomoda presencia de un ente me dejo inmóvil ante el sanitario, pues, me encontraba orinando, pero recordé lo que minutos antes estaba haciendo. 
Sentado al frente de mi computador, mi mente jugaba con las letras y formaba palabras más palabras menos, ante lo que suponía iba a ser el próximo agujero negro de entrada a esta galaxia paralela. Fue entonces cuando las necesidades fisiológicas, comunes entre todos los seres, hicieron que me levantara y me dirigiera al baño. 

Parado frente al W.C., me atacó repentinamente aquel dolor, que subiría desde mi pie como un fuerte corrientazo, llegaría al muslo y se alojaría de forma despiadada dejándome inmóvil y hasta incluso con una extraña sonrisa, supuse fue de los nervios, en los labios, como si se tratara de una pervertida obra de la naturaleza para ponerme en ridículo y hacer ver que pese a un dolor de calambre, en frente al W.C., lo sano es reírse como un loco. 

Pasados los segundos (que para mi fueron como minutos) me dije a mi mismo "Sobreviví a un calambre".Y usted ¿ha sobrevivido alguno?.

No hay comentarios: