Quizás deba culpar a mi instinto
asesino, que a todos una vez se nos desata, de estar tan indignado a la actual
situación país que vivimos, donde las vedetes de la política venezolana
(ministros, voceros institucionales y de partidos políticos) se siguen burlando
del pueblo y encuentre que la única salida sería una inminente masacre,
ejecutada por el pueblo y no por sus opresores. Claro está no sería divertido
sin la presencia del actual administrador de este gran burdel, por encontrarse de viaje de "trabajo".
Pese a la crisis socioeconómica
en la que nos han sumido una vez más los actores políticos, y no me voy a sumar
en una posición o a tomar parte en la guerra. Todos son culpables vivos y
muertos, tirios y troyanos, nos engañan con una guerra económica y que para
salir de la misma el pueblo una vez más debe salir a votar a un referéndum para
revocar al jefe de Estado. ¿Quiénes se quedarían?.
Mientras ellos los de arriba discuten
quien se queda con “el coroto”, al pueblo se le ha manipulado su derecho a la
alimentación. El que no tenga consejo comunal no come ni se beneficia del CLAP.
Vemos como las vedetes mediáticas en tira y encoje diario culpan uno al otro,
al mejor estilo a Tombo y Borondongo sin ofrecer soluciones al pueblo. Ellos
engordan y nosotros pasamos hambre.
Instituciones corrompidas, en
manos de los burlistas o payasos de oficio quienes esperan las cámaras de los
medios pagados por ellos mismo, en algunos casos medios “comunitarios” que no
comunican la verdad, para decir “estamos haciendo tal cosa en beneficio del
pueblo”, y cuando se dan la media vuelta, en vez de mejorar la cosa se empeora,
los cambian en una “movida de mata”, y entre mentadas de madre en cadena nacional hacia el adversario, sigue el Cristo – pueblo, padeciendo.
Insisto como antes expresé, la
solución debe ser que el pueblo prepare una verdadera rebelión, sin líderes o
al menos quienes les manipulan hoy, un sector por miedo a su cargo o puesto de
trabajo se queja pero “sigue la carroza” porque no queda otra y con el
adversario no se iría ni en pensamientos. El otro por supuesto, el de promesas
incumplidas (por no recibir apoyo u oportunidad), insiste en la denuncia aunque
no se le tome en cuenta.
Mientras esto ocurre, alejados
ambos sectores uno más que el otro, el principal administrador del burdel
mediático inició su viaje de fin de año, en menos de un mes lo ha hecho dos
veces. En la Venezuela actual, quienes pueden viajar son lo que ostentan el
poder bien sea para hacer promesas al pueblo o hacer lobby internacional
mediático.
Algunos agradecen las amargas
horas que nos ha tocado vivir a los venezolanos lo cual asumen como “un designio
de Dios” y me pregunto yo ¿Dios no ve para los lados cuando un país con todos
los recursos potenciales para salir adelante debe depender de la importación?.
Me despido, porque me toca hacer
la cola del pan. Como última pregunta estúpida ¿Las vedetes harán cola?.
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