No cabe dudas que el llamado
nuevo Cono Monetario venezolano ha dado de que hablar y generado más opiniones
adversas que positivas. Hasta su entrada en vigencia el pasado 15 de diciembre no
habían llegado los billetes que suplantarían el casi extinto de Bs 100, este es
actualmente el de mayor valor.
Desde mi punto de vista solo
espero ver los prontos resultados, si es en realidad por medida de seguridad me
gustaría conocer al menos cinco rasgos que defienda nuestro papel moneda ante
las muy nombradas mafias colombianas y europeas, que con pruebas el actual gobierno lo ha demostrado.
El tema es que tras las
declaraciones del presidente Nicolás Maduro de sacar de circulación el
mencionado billete, no solo se tomó como otra medida desacertada por parte del
autodenominado hijo de Chávez, a juzgar por las opiniones emitidas en las redes
sociales por los usuarios. Sino que además súmele los niveles inflacionarios y el poco poder adquisitivo que tenemos los venezolanos, cuando hoy en día no son aprobados tantos créditos para la adquisición de vivienda sino que te someten a una Misión, que no está mal pero si van a funcionar las cosas que sean todas a la vez.
Lo que sí es cierto, que no solo
se redujo el poder ir al mercado por no contar con efectivo, y hacer las
habituales compras sino que enardecidos
los venezolanos de estados como Táchira, Lara, Monagas, Zulia y Bolívar se
lanzaron a las calles. En el caso de la otrora ciudad de Angostura no solamente
fue en la población de El Callao, sino en su capital, donde los daños a
comercios son incalculables. Irónicamente quién tiene responsabilidad directa con sus conciudadanos el llamado gobernador Francisco Rángel ofreció créditos para indemnizar a los afectados.
Entonces me comentaba mi prima
¿Ahora que hacemos. Tenemos los billetes y validaron los de Bs 100, pero donde compramos?, como esa
interrogante surgen otras más, ya que con el toque de queda decretado desde el
sábado los asaltantes “descansan” su voraz apetito vandálico. En las últimas
horas se reportaron saqueos a casas sin justificación, así como también algunas empresas hasta el mobiliario ¿Si en verdad fue por hambre que el pueblo salió a las calles, las sillas también se comen?.
El efecto que pueda tener la medida
insisto, espero verlo pronto, y no solo en el sistema Metro de Caracas donde
tengo días que no veo a los de la Metro-Bodega, vendiendo a precio módico su
mercancía o a los pedigüeños convenciendo de alguna enfermedad propia o de
algún familiar a cuanto transeúnte le preste atención. Por el bien de los
venezolanos deberíamos ya tener la respuesta y no el silencio por parte de los
medios de “comunicación” en el caso de Bolívar, y con ello la acostumbrada
represión por parte de un incapaz gobernador. #S.O.S Cd Bolívar también lo pido
yo.
Atrás quedaron los recuerdos de
niño de aquella ciudad que vio nacer a mis abuelas, madre, primos (as) y
amigos. Hoy duele Ciudad Bolívar, duele la economía y por supuesto duele el
país.
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