Hoy nos recibe el día con una muy triste noticia, nuestro hermano Coraje Tribilyn ha partido luego de una lucha contra la descompensación causada por la mala alimentación producto de la crisis económica que vivimos actualmente. Te has ido en un diciembre precisamente en el mismo mes que naciste, nuestro hermanito peludo y amado.
No tengo más que otra palabra que decir que GRACIAS por tanto amor incondicional dado con tus locuras de perrito. A mi mente viene desde el día que te rescatamos con tus hermanitas luego de una de las peores tragedias vividas por nosotros como familia, luego fuiste creciendo, haciéndote fuerte y robusto. Te llamaban Ovejo por ser tan gordito y rechoncho, tus patitas blancas como las de mama Osa fueron tu sello cuando te hiciste padre. Quien lo iba a pensar que nos harías tíos y que el primer día pudiste montar hasta tres perras, o mejor dicho "darles amor" como siempre lo decía.
Me acuerdo que cuando chiquito también habías enfermado, según decían era parrovirósis y si te salvabas serías fiero, y no se equivocaron, lo fuiste defendiste tu hogar las veces que quisieron robar y hasta identificaste a los que lo hicieron. Hasta tus piruetas y altos saltos inexplicables a la hora de darte de comer y sobretodo tu incomparable apetito voraz.
Tengo en mi escritorio tu foto, de píe junto a la computadora como si estuvieras escribiendo, es tan gracioso verte y es mi manera de tenerte siempre presente en mis labores como uno de mis mayores amores, quienes la ven te echan piropo y dicen lo bello que eras. Tres colores definieron tu hermoso pelaje marrón, un lomo negro y unas patitas a modo de botitas blancas. Eras hermoso.
Recuerdo la vez que cazaste una rata que chillaba despavorida y con tus patotas la aplastaste para quebrarle el cráneo, y luego hacerte el inocente y dejarme ese regalito. También llegan a mi mente las muchas veces que te protegimos para que no te salieras o la vez que te enfrentaste a un perro más grande que tú y hasta le mordiste la cara por abusador.
Triste y con el corazón en la mano te pedí perdón cuando te vi por primera vez malito, y tenía la certeza que saldrías de esta, y así fue pero solo por unas semanas. Ya no estás entre nosotros físicamente pero en mi mente y corazón siempre y para siempre vivirás me enseñaste tantas cosas de hasta como cuidar a un perrito hasta a correr junto a él. Gracias por tanto amigo y hermanito peludo Dios siempre te bendiga en tu vuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario