viernes, 14 de marzo de 2014
La alegría de verte a los ojos
Por supuesto que fue un día inesperado el que te volví a ver, siempre te llevo entre mis palabras y alegremente pronuncio tu hermoso nombre, que para mi es lo más sagrado, como digo siempre: Eres lo mejor que le ha pasado a mi vida junto a tu mami que tanto te amamos.
Saber que estabas aquí fue inesperado, fue algo tan grande que le inyecto a mi tarde su toque de locura, más de lo habitual, y que gracias a Dios Bendito pude verte nuevamente a los ojos, sentir tu pequeño cuerpo, entre mis brazos, olerte, sentir tu respiración, tocar tus manos, besarte y amarte con tanta fuerza para volver a vivir y decir que soy tu padre, hijo mio, mi Adrian José.
Y es que cuando se trata de ti, el tiempose para, las agujas del reloj quisiera que no pasaran, que tu mirada tan llena de luz y amor siempre me mirara, y tu sonrisa sea eterna, y que estuvieras siempre en mis brazos para que nada malo te pase.
Adrian José, mi pequeño gran hombre, te amo con todo mi ser. Llenas de colores nuestras vidas...
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