¿Como lo preparo? ¿Cuanto le pongo? ¿Así está bien?. Esas fueron mis promeras preguntas a la hora de preparar el teterito que carga cinco onzas aproximadamente de mi Adrian José.
Y es que no se trataba de cualquier cosa, lo que estaba en mis manos, tampoco de cualquier persona ni menos quien me hablaba: Era la alimentación de nuestro hijo y más la onza con una cucharadita me la dictaba mi Adriana.
Y es que no se trataba de cualquier cosa, lo que estaba en mis manos, tampoco de cualquier persona ni menos quien me hablaba: Era la alimentación de nuestro hijo y más la onza con una cucharadita me la dictaba mi Adriana.
Fue en la mañana de aquel jueves en que volví a ver a la razón de mi ser un poco más grande, con más peso y por su puesto más sabio y despierto, luego de días en que sus ojos no me veían con atención cuando le hablaba, sus manitas no apretaban mi dedo o escuchaba su llanto pidiendo cambio de pañal.
Llorar, ¿alguien dijo llanto?, si fijence que llora largo y tendido, pues, cuando tiene hambre exige su carga de leche materna (el mejor alimento) a su mamita, que valerosamente posiciona su pezón directamente a la pequeña boca de Adrian José. Con alegría la recibe y hasta busca ya agarrarla.
Algunos que ya le han visto en fotos me dicen: "tu bebe si está lindo" y muchas bendiciones le envian. Agradecido por esas palabras que siempre me dan y es que el origen de los cachetes de Adrian José estan en no solo su alimentación, lo radical de la cosa endosa a una sola persona: Los cuidados de mi Adriana.
Dios te bendiga hijo, Te Amamos mucho!!!
Algunos que ya le han visto en fotos me dicen: "tu bebe si está lindo" y muchas bendiciones le envian. Agradecido por esas palabras que siempre me dan y es que el origen de los cachetes de Adrian José estan en no solo su alimentación, lo radical de la cosa endosa a una sola persona: Los cuidados de mi Adriana.
Dios te bendiga hijo, Te Amamos mucho!!!
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