Todo comenzó aquel día en que mi
pequeño hermano peludo, Tribilin, me invito con sus enormes patotas, ya bien
formadas a recorrer aquel mundo inexplorado por mi hasta ese momento. La
historia comienza desde el primer momento de su nacimiento. Que a continuación
narraré.
Fue una de esas noches en que nos
reunimos con nuestro Padre, Mi Súper Héroe Favorito, de Poderes Infinitos, que
nos llegó con la noticia de que Mamá
Osa- Cosita Mamá había parido la nueva camada, de quien sabe cuantos pequeños,
que ya estaban destinados a un sólo camino, crecer a nuestro lado. Una de las
noches de la misma semana que nacieron, comenzaron las lluvias en Caracas, en
todo el territorio nacional, aunque leíamos, y escuchábamos las noticias de las
tragedias que devastaban no solo los sueños también las casas de nuestros
hermanos venezolanos, pensábamos Dios nos ampare y proteja.
Aquella noche mi Papá recuerda
una y otra vez, de como ella- Mamá Osa, trasladaba a sus cachorros de un lugar
a otro, como buscando resguardarlos. Su infinito sabio instinto, ese el que
caracteriza a los de su especia avisaba que la tragedia estaba cerca. Tal vez
por inexperiencia, tal vez por quien sabe porque cosas mi Padre no le sabía
interpretar. Llegó la madrugada y recibimos una llamada, como diría Ruben
Blades, “Escucha un trueno en el cielo tiempo de lluvia avisando”. Era una de
las vecinas que nos avisaba que el paredón trasero de nuestro Taller se había
derrumbado. Ahora eran nuestros sueños que se venían abajo. Llegó la pregunta
con su amargura de rigor ¿Que haríamos?.
Al llegar al lugar encontramos
escombros, apretando el nudo en la garganta para no llorar, como pudimos
abrimos las puertas. Y es aquí en que llegó la lección que me enseñó mi amada
Cosita Mamá a partir de allí, recordarlo me traen lágrimas a los ojos, he de
confesar.
Lo primero que nos imaginamos mi hermano y yo fue encontrar a nuestra peluda hermana bajo los
En seguida su olfato, nos guió
donde estaban los 6 cachorros que se encontraban debajo de uno de los vehículos
afectados por el derrumbe sufrido en horas de la madrugada. Uno a uno los
sacamos, rescatarlos de entre tanta tierra y agua fue reencontrarnos con la
vida. Con la certeza del amor infinito de una madre que desesperada hace lo que
sea, no importa su naturaleza, por sus hijos.
Fueron pasando las horas y
pudimos acariciar por primera vez aquellos pequeños seres, que tendrían días de
nacido, horas de rescatados. 4 hembras y un macho, al que llamaríamos Coraje
Tribilin. Su primer nombre se debe a un perrito de una serie animada infantil y
Tribilin, bueno Tribi como solemos llamarle por su gracioso andar.
Los días hicieron de las suyas, y
corrieron con el tiempo, Tribi y sus hermanas correteaban entre el cemento, la
tierra aún sin lavar, aprendieron a tener cuidado, a ser valientes desde
cachorros, a jugar entre ellos mismos. Con las semanas dimos en adopción a dos
de ellas, así como dos murieron lamentablemente por ser prematuras. Tribi sigue con nosotros, desde
entonces.
Tribi el de gracioso andar,
camina con la cabeza abajo cuando quiere cariño, cuando corre sus patas trotan
como caballo, y cuando lo hace velozmente es como si se zambullera al viento,
ese mismo que avisó lluvia cuando fue salvado, cuando come lo hace en grandes
cantidades, y ni hablar de sus exigencias de continuo cariño. Desde bebe lo
acostumbramos a ser cariñoso con quien le de cariño, no tiene la culpa.
Esa así de como Tribi me invitó a
vivir su mundo, de aventuras, fantasías y amor infinito. Amo a su Madre como a
él mismo, son mis hermanos peludos, eso que Dios me quiso dar y regalar un día
en que pensaba que había llegado una desgracia a nuestras vidas, es así como
esos seres salvaron nuestras vidas.
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